L'autor és l'Òscar Romero, la nostra més sincera enhorabona!
LAZOS DE SANGRE
“El famoso policía Andrew Feal
ha muerto en pleno pasillo de la prisión de Chance, California,
donde trabajaba en el turno de noche como vigilante. El cadáver lo
encontró el personal de seguridad; tenía una profunda brecha en el
pecho y había un cuchillo a su lado, de lo cual podemos deducir que
se trata de un asesinato con un arma blanca. El culpable ha sido
hallado en la misma entrada de la prisión. Cuando la policía lo
encontró, se dejó caer de rodillas y no dijo nada. Inmediatamente
después, se irguió y, caminando con parsimonia, se entregó a las
autoridades. Así salió a la luz que el asesino había sido Chris
Leaf. Según los expertos, Andrew debía cantidades mayores al señor
Leaf; por esta causa se cree que, como el policía no pagaba las
supuestas deudas durante un largo periodo de tiempo, Chris ideó un
asesinato. Lo único que no concuerda con esta hipótesis es la
conducta que tuvo el homicida cuando se entregó.
Este próximo domingo se
realizará un homenaje a la personalidad fallecida, la cual es una
gran figura, tanto para la ciudad como para el honor, la justicia y
la ley.
Chance Newspaper.”
Éste era el artículo que se
publicaba en el periódico aquella mañana, soleada, mas melancólica.
El amanecer permitía recordar la silueta de la celebridad que les
dejó. Todo el mundo despertaba alegre y acababa acostándose con un
sentimiento de nostalgia.
El caso de Mikel era algo peculiar.
El chico de doce años se levantó con una sonrisa. Era sábado, por
lo tanto no tenía que asistir a la escuela. Se vistió con
tranquilidad y bajó a
desayunar al comedor. Dio los buenos
días a su madre. Ella estaba leyendo el periódico y no respondió
al saludo de su hijo. Cuando dejó ver su rostro, se pudo observar
una palidez ornamentada con lágrimas. El chico preguntó preocupado
a su madre qué sucedía, y ésta no respondía. Su hijo le arrebató
el periódico y, aunque su madre lo intentó evitar, no pudo impedir
que el chico lograse su objetivo.
El titular. Miedo, pánico,
incredulidad. Estos sentimientos eran los que experimentaba Mikel al
leerlo. Quería huir de aquel bucle de pesadillas constantes. Sin
preguntar a su madre, salió de casa y se alejó unos cuantos metros.
Pensó cómo podía haber sucedido aquello, pero no lo conseguía
asimilar.
Estuvo todo el día encerrado en su
escritorio, buscando información y algún indicio que pudiera
esclarecer lo ocurrido.
Cuando ya oscurecía, analizó los
datos que había obtenido: la noticia, por mucho que no quisiera
admitirlo, era cierta, el malhechor había sido un tal Chris. Era el
tío de un muchacho de su edad llamado John. Estuvo toda la madrugada
elaborando su siguiente movimiento.
Al día siguiente cogió su bici y
se marchó de casa en busca de John. En realidad le movía el deseo
de venganza. Pasó por el escenario donde iba a tener lugar la
ceremonia de despedida para su padre, cogió unas cuantas flores y
las depositó sobre el ataúd de Andrew.
Durante muchos años, Mikel siguió
madurando su objetivo y perfeccionando el modo de
llevarlo a cabo. Un día se encontró
con un chico bastante parecido a él y conversaron un rato, hasta que
el muchacho le dijo su nombre: John. Mikel intentó disimular su
deseo e
intentó hacerse su amigo,
consiguiendo que le facilitara su número de teléfono a fin de
quedar otro día.
El tiempo pasaba y Mikel iba
aprendiendo nuevas técnicas de lucha que le enseñaba John, que
ahora aparentaba ser muy amigo suyo. John conocía esas habilidades
porque su padre se las había transmitido.
Mikel se interesó por este último
y, al confirmar que era Chris, pensó que había llegado el momento
de actuar . Se despidió sin levantar sospechas y, para el siguiente
encuentro, se armó con un cuchillo de escaso tamaño.
Al día siguiente se volvieron a
encontrar en el lugar habitual . Mikel sonrió a la vez que saludaba.
Su sonrisa era consecuencia del placer que le había de proporcionar
su venganza inmediata. Se acercó poco a poco, fríamente. Acercó al
mano a su cuchillo escondido en el cinturón. Cuando estaba a la
distancia óptima, mostró el arma y empezó a reír con locura. A
cada paso que daba, aumentaban los latidos de su corazón. John no se
inmutó, abrió los brazos y dijo : “adelante Mikel”. Éste se
abalanzó sobre su víctima, pero John rectificó: ¿O debería decir
hermano?”. Esto último paralizó a Mikel e intentó parar el
golpe, pero desgraciadamente era tarde, el cuchillo había atravesado
el corazón.
Mientras agonizaba, John le explicó
que en realidad eran hermanos al compartir padre, Andrew. Lo sabía
todo gracias a un diario encontrado por él en el sótano de su casa,
que perteneció a Chris. También suponía que lo que quería en
realidad era matarlo. Su tío, el
asesino de Andrew, lo adoptó a los
pocos días de nacer. Como él quería que Andrew pagara las deudas,
le ayudó manteniendo a su segundo hijo y así evitar gastos. Su
padre interpretó que su hermano le había robado a su hijo. Por
ello, un día llamó a Chris para verlo en la prisión y allí hacer
que pareciese que él le había matado. De esa manera culparía a
Chris, vengándose a causa de su hijo. Pruebas esenciales eran que
Mikel y John eran muy parecidos en el aspecto físico y que, en
realidad, Leaf era un apellido formado con las mismas letras que
Feal, para que siempre tuviese un recuerdo de su origen.
En aquel momento sucedía una
escena semejante a la de la historia del joven. Finalmente, John
murió despidiéndose de su hermano con un adiós, mientras que Mikel
gritaba desesperado. Ahora le encontraba la explicación a todo, y se
daba cuenta de las cosas buenas que había hecho hasta ahora:
sencillamente ninguna. Más tarde Mikel se marchó lentamente hacia
el horizonte, dejando en sus huellas un rastro de sangre.
“El pasado viernes fue
encontrado el cadáver de Mikel Feal en una casa abandonada cercana
al bosque. En las paredes de la casa había escrito : John, te espero
allí arriba,aunque seguramente yo tendré que quedarme en el
infierno. Ahora sé que nos unen lazos de sangre.
Chance Newspaper.”
Òscar
Romero